domingo, 3 de octubre de 2010

Porque no todo se dice con palabras y hay cosas que ni siquiera somos capaces de expresar en voz alta. Porque una imagen vale más que mil palabras. Y un movimiento más que un millón de imágenes.
La rabia, la alegría, la felicidad, el amor o la tristeza son términos tan complejos y difíciles de exteriorizar que, a veces, con sólo escuchar una melodía o realizar un movimiento les damos mucho más significado que intentando pronunciarlos.
Podemos saber lo que es el dolor, haberlo experimentado. Sin embargo, resulta tremendamente complicado representarlo. Una lágrima o una mueca no siempre son suficientes para expresar lo que se siente. La danza permite que todos esos sentimientos complejos hablen por sí solos a través del movimiento. Provocando sensaciones antes desconocidas.
Se cuentan historias completas, cargadas de emoción y detalles. La mímica, la danza o una secuencia de imágenes pueden estar llenas de matices que merece la pena sean vistos y representados.

Aquí dejo una actuación de Estela Marris (Argentina) donde podéis haceros una idea de lo que se puede decir sin palabras.

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